Orgullo y Prejuicio de Jane Austen

Hablemos de Orgullo y prejuicio, un clásico de la literatura inglesa por excelencia que se publicó por primera vez en Enero de 1813 como “Primeras impresiones” (Que es básicamente de lo que va la obra) Esta es la más famosa de las novelas de Jane Austen, así como también es una de las primeras comedias románticas escritas. Abre la novela una frase que es una de las más famosas en la literatura inglesa: «Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa.»

Los Bennet viven con tanta calma como es de esperarse para una familia de su clase. Sin embargo, esta calma es interrumpida cuando llegan dos adinerados y apuestos jóvenes, el señor Bingley y su amigo, el peculiar señor Darcy. Es entonces cuando toda la atención de la señora Bennet se centra en estos jóvenes y en como casar a una de sus hijas con alguno de ellos. Aunque Jane, la mayor de las hijas de la señora Bennet, y Bingley se atraen mutuamente casi a la primera mirada, el caso de Darcy y Elizabeth (La hermana de Austen, y protagonista de la historia) no es el mismo. La tensa relación que surge entre ambos personajes a raíz de las primeras impresiones que se llevan el uno del otro marca el rumbo de lo que es una historia de amor como pocas.

No voy a mentir, intenté leer este libro desde el año 2011. Lo intenté tanto que ya no estaba resultando divertido. No logré pasar de los primeros capítulos hasta este año, que fue cuando me dije –Es momento de leerlo- Si ya has leído otra de mis reseñas sabrás que soy de las que cree que cada libro tiene su momento y su razón en la vida de cada lector, por lo que forzar su lectura en cualquier otro momento tiene resultados bastante molestos. Supongo que este fue mi momento, quizás ahora estaba preparada para deleitarme con la narrativa de Austen, así como adentrarme en el hermoso mensaje que nos deja en su obra maestra.

Me atrevo a decir que una de las cosas que más disfruté de la obra es el complejo pero exquisito retrato de la sociedad inglesa de la época que logra Jane Austen. Desde sus modas y tradiciones hasta sus normas sociales. Cada detalle es hermosamente narrado, posee tanto diálogos como descripciones que tienen el poder de trasladarte a la época en cuestión. 

Todos los personajes, a mi parecer, están ricamente perfilados y establecidos. Esto es algo que resulta cautivador, pues te ayuda a adentrarte en el paisaje, por decirlo de alguna forma. Austen retrata defectos de personajes que, aunque son polos opuestos en cuanto a estratos sociales, muestran que la naturaleza puede que no varié demasiado aunque el cuerpo se envuelva en finas ropas. Logra una crítica clara y precisa de lo hipócrita que puede llegar a ser una sociedad, y esto lo hace mediante un sentido del humor bastante agudo e irónico. 

Para seguir destacando los encantos de esta novela, otra de las cosas que me agradó es una pequeña narración ocurrida en el segundo libro. En esta se cuenta acerca de cómo Elizabeth percibe la relación de sus padres. Me parece que es algo atrevido para la época, porque suena a una opinión dada por alguna chica de estos días. Me pareció algo arriesgado, en el mejor de los sentidos, por parte de la autora. 

Por otra parte, creo que desde que tengo memoria he escuchado o leído “Señor Darcy” cada que alguien habla acerca de historias de amor o de algún crush literario, y también en Bridget Jones, no me digan que no lo han pensado, además he leído que su autora admitió haber usado de inspiración esta novela. Pero, esto lo quiero trabajar en otro momento, así que apartaré el tema. Ahora bien, hablemos un poco sobre la pareja central. Como ya sabemos, las cosas entre los protagonistas no empiezan bien (Como me gusta que los protagonistas “se odien” en un primer momento) A los diálogos mordaces y agudos le hacen juego la arrogancia de Darcy y, por qué no, la testarudez y el descaro, por llamarlos de alguna forma, de Elizabeth. El ambiente que se extiende en torno a ellos cuando están juntos tiene una tensión exquisita y en algún punto parece que los protagonistas están solo dispuestos a pensar lo peor el uno del otro. Sin embargo es un lujo verlos madurar en cuanto a sus sentimientos con bastante calma durante la novela, pues es como si las cosas no tuvieran prisa en ocurrir entre ellos. 

No haré spoilers, solo diré que aunque la narración y algunos aspectos de la novela me resultaron maravillosos, también viví momentos en los que la trama me pareció algo floja, o quizás es que voy más por las novelas menos rosadas y más grises, como Jane Eyre. No obstante, creo que todo amante de la literatura debería pasearse por las páginas de esta historia, que tiene bien merecido su puesto entre los clásicos.

Esto es todo por ahora.

Le daré 4/5 Patillas